Protección social y agricultura para romper el ciclo de la pobreza rural
El día mundial de la alimentación se adoptó mediante resolución 1/79 de noviembre de 1970, durante la vigésima conferencia de la FAO. Este año, el Día Mundial de la Alimentación 2015 se observará por 35ª vez, enmarcando también el 70 aniversario de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO). Asimismo, coincide con la fecha acordada por los líderes mundiales para medir y concluir los avances de los Objetivos de Desarrollo de Milenio y definir la nueva agenda global post 2015, que contempla los recién aprobados Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El tema central de la conmemoración del Día Mundial de la Alimentación de este año es la Protección Social y Agricultura para romper el ciclo de la Pobreza Rural, y tiene el objetivo de llamar la atención mundial sobre el papel que la protección social desempeña en la erradicación del hambre y la pobreza cuando se le da prioridad en los programas nacionales de desarrollo.
Alrededor del 73% de la población mundial no tiene acceso a una protección social adecuada (OIT, 2014). La mayoría de las personas sin protección social viven en las zonas rurales de los países en desarrollo y más del 80% depende netamente de la agricultura como medio de vida y subsistencia.
La evidencia muestra que para avanzar en la erradicación del hambre y la pobreza se requiere de sistemas de gobernanza que articulen acciones entre distintos actores, instancias y niveles gubernamentales que maximicen las sinergias entre la protección social, las políticas agrícolas, el desarrollo rural y la reducción de la pobreza.
Es por esto que el gobierno de la República de Panamá, a través de las instituciones de carácter social, está apostando a los proyectos de autogestión que permitan impulsar a la población que recibe apoyo económico estatal, convertirse en micros empresarios y obtener plazas de trabajo con salarios seguros gracias a las capacitaciones que se les ofrece a través de la alianza público privada.
Apostamos al impulso de la autosostenibilidad de las familias en pobreza o pobreza extrema, beneficiarias de los programas sociales del estado. Proyectos como las Redes Territoriales, Cohesión Social y Senapan, han logrado activar cooperativas comunitarias en las 9 provincias y comarcas del país. Actualmente contamos con 175 cooperativas, organizadas a través de panaderías comunitarias, fábricas de bloques, cría de aves, elaboración de artesanías masivas, granjas guardianas, además de cooperativas de modistas y sastrería.
Estos proyectos junto a los programas de transferencia monetaria condicionada que impulsa el gobierno del Presidente Juan Carlos Varela (120 a los 65, Beca Universal, Red de Oportunidades) han logrado reducir los índices de pobreza en Panamá, de un 25.6% en el 2014 a un 22.3% en 2015, en tanto que la pobreza extrema o indigencia bajó de 10.8% en 2014 a 10.3% en 2015, de acuerdo con un informe presentado por la Dirección de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía y Finanzas.
De marzo de 2014 a marzo de 2015, 83,331 panameños salieron de la pobreza o pobreza extrema. Desde el año 2012 a la fecha, los índices de pobreza en Panamá han venido disminuyendo progresivamente mayormente en las áreas comarcales. En marzo de 2010, la proporción de personas en condiciones de pobreza en general se ubicó en 29.8%, en 2011 bajó a 27.6%, en 2012 se ubicó en 26.5%, en 2013 descendió a 25.8%, en 2014 alcanzó 25.6% y en marzo de 2015 se redujo a 22.3%.
En este sentido, cabe destacar que el Estado panameño, de acuerdo al marco legal vigente, reconoce su responsabilidad constitucional de garantizar el derecho humano a una alimentación adecuada y asume el compromiso de desarrollar una política nacional de alimentación y nutrición que asegure un óptimo estado nutricional para toda la población.
La FAO señala que entre 1990-92 y 2014-2016, Panamá redujo su prevalencia de hambre del 26,4% al 9,5% (SOFI 2014), alcanzando la meta de disminuir a menos de la mitad el porcentaje de población subalimentada y logrando la meta del hambre de los ODM. Sin embargo, los datos del VII Censo de talla de escolares de 2013 muestran mayores prevalencias de desnutrición crónica en las comarcas indígenas, por ejemplo Kuna Yala (61%) y Ngäbe Buglé (53%).