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A los 62 años, Don Fernando vuelve a estudiar con apoyo del MIDES y sueña con ser arquitecto

A los 62 años, Don Fernando vuelve a estudiar con apoyo del MIDES y sueña con ser arquitecto

A pesar de las adversidades, Don Fernando Santoya asiste a clases con un solo propósito: obtener su diploma de Educación Básica General.

• 1,780 personas han aprendido a leer y escribir con el programa “Muévete por Panamá” en la administración del presidente José Raúl Mulino.

 

Panamá, 10 de noviembre 2025. A sus 62 años, Don Fernando Santoya decidió retomar un sueño que la vida le arrebató hace décadas: No tiene casa, pero tiene una meta. Cada mañana camina desde el refugio “Mi Hogar”, donde pasa las noches, hasta la Infoplaza de San Ana, donde el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) le brinda la oportunidad de estudiar.

 

De niño, cambió los cuadernos por el azadón: debía trabajar para llevar comida a casa. Años después, ese anhelo encontró su camino gracias al programa “Muévete por Panamá”, que ha alfabetizado a 1,780 personas durante los primeros 15 meses de la administración del presidente José Raúl Mulino, y a más de 84 mil ciudadanos desde su creación en 2007.

 

Fue allí donde Don Fernando aprendió a leer y escribir, conquistando un sueño que había permanecido dormido durante décadas.

 

Este darienita recuerda con cierta nostalgia aquellos días en que, en lugar de leer libros o escribir en el pizarrón, debía trabajar la tierra. Sin embargo, el deseo de aprender nunca lo abandonó.

 

Después de aprender a leer y escribir, sus sueños no se estancaron. Motivado por el deseo de superarse, decidió ingresar al programa “Mi Nueva Meta” para continuar su formación académica y alcanzar metas que antes parecían inalcanzables.

 

Santoya es uno de los 35 ciudadanos que participan en el programa “Mi Nueva Meta”, una iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) en alianza con el Instituto Panameño de Educación por Radio (IPER). Este proyecto, que se desarrolla con éxito en los corregimientos de Chilibre, Juan Díaz y Ancón, brinda a las personas alfabetizadas la oportunidad de culminar su Educación Básica General y abrir nuevas puertas para su futuro.

 

Don Fernando asiste, de lunes a viernes a clases, donde dedica sus mañanas a resolver tareas, realizar ejercicios y ampliar sus conocimientos generales. Este darienita, padre de dos hijos y abuelo de tres nietos, ha decidido reescribir su historia.

 

Su objetivo inmediato es obtener el diploma de Educación Básica General, pero su sueño va mucho más allá: continuar sus estudios, ingresar a la premedia y convertirse en arquitecto. Desde muy joven, Santoya ha trabajado en el mundo de la construcción, y ese contacto diario con los planos y las obras alimentó su deseo de diseñar y crear.

 

Tomar la decisión de volver a estudiar fue un acto de valentía. Hoy, Santoya no cuenta con una residencia fija; cada noche duerme en “Mi Hogar”, un refugio administrado por la Fundación Senderos, que brinda apoyo a personas sin un lugar donde pasar la noche. Aun así, con esfuerzo y esperanza, sigue avanzando paso a paso hacia su meta.

 

“Me siento feliz porque estoy aprendiendo muchas cosas. Quiero estudiar para demostrarme que puedo hacer cosas grandes. Le doy gracias al MIDES por brindarme esta oportunidad”, expresó con orgullo Fernando Santoya, mientras comparte su entusiasmo por continuar sus estudios.

 

Nidia Medina, maestra voluntaria del programa, destaca que Fernando es un estudiante comprometido y puntual, siempre dispuesto a aprender. “Estoy muy orgullosa de todo lo que está logrando. Él es un ejemplo de que, con perseverancia y dedicación, se pueden alcanzar las metas”, comentó Medina, una panameña jubilada que imparte las clases ad honorem.

Pero la historia de Santoya no es la única que inspira. Nayelin Barsallo, originaria de la Comarca Guna Yala, cursa actualmente el primer grado y asiste a clases acompañada de sus dos hijos pequeños, demostrando que nunca es tarde para empezar de nuevo.

 

Nunca antes había pisado un aula. No conoció el privilegio de leer cuentos, colorear dibujos ni llenar de garabatos un cuaderno. Al migrar a la capital en busca de un futuro mejor, comprendió que saber leer no era un lujo, sino una necesidad para salir adelante.

 

Cuando su hijo ingresó a la escuela, Nayelin enfrentó una dura realidad: no podía ayudarlo. Ese momento la hizo sentirse vulnerable, pero también la impulsó a cambiar su historia. Con el apoyo del MIDES, aprendió a leer y escribir, y más tarde ingresó al programa “Mi Nueva Meta”, donde alcanzó su primera gran victoria: poder acompañar a su hijo en las tareas escolares.

Preparados para el examen final

 

Santoya, Nayelin y los otros 33 participantes del programa “Mi Nueva Meta” se preparan con entusiasmo para las pruebas finales de sus respectivos grados. Si logran superarlas, podrán avanzar al siguiente nivel académico y continuar su camino hacia la culminación de la Educación Básica General.

 

“Mi Nueva Meta” promueve el aprendizaje a través de clases apoyadas con recursos audiovisuales e integradas con contenidos de lectura, escritura y matemáticas básicas. Esta iniciativa se desarrolla bajo la metodología “El Maestro en Casa” del IPER, un modelo flexible de educación a distancia que combina materiales autoinstructivos, clases radiales y acompañamiento voluntario.

 

Una de las particularidades del programa es su dinámica acelerada: los estudiantes pueden completar un año escolar en solo un trimestre, lo que les permite culminar su educación básica en aproximadamente dos años.

 

Las historias de Santoya y Nayelin reflejan el compromiso del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) por brindar segundas oportunidades y abrir caminos de inclusión a quienes, por distintas razones, quedaron rezagados del desarrollo social del país.

 

Convencido y lleno de esperanza, Santoya asegura que en dos años levantará con orgullo su diploma de Educación Básica General, demostrando que no hay edad, obstáculo ni límite cuando existe el deseo de aprender y superarse.