Leer y escribir para ser más libres, el poder de la alfabetización

Leer y escribir para ser más libres, el poder de la alfabetización

En los últimos dos años el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) ha dado pasos importantes en la lucha contra el analfabetismo. Prueba de ello es que en medio de una crisis sanitaria más de 2 mil panameños (as) han aprendido a leer y escribir. Los números corroboran el compromiso del Gobierno Nacional por alcanzar esa Sexta Frontera, donde todos y todas tengan las mismas oportunidades.

 

A través del programa “Muévete por Panamá, Yo sí Puedo” cientos de panameños de estratos humildes están experimentando el placer de leer un periódico, un libro o una revista, una habilidad que hasta ahora el sistema les había negado. Cada alfabetizado es un ciudadano independiente, capaz de valerse por sí mismo y con una oportunidad de mejorar su vida a través de salario dignos.

 

Con el interés de conocer cómo este proyecto está cambiando la vida de una población excluida, entrevistamos al director nacional de Alfabetización del Mides, Carlos Alberto Contreras para que relate los avances y retos de este programa que le está restituyendo los derechos fundamentales a ciudadanos que por diversas razones no pudieron ingresar al sistema escolar.

 

1-    ¿Cuál han sido los logros de la Dirección de Alfabetización en los últimos dos años?

R: A pesar de la llegada de la pandemia que ha afectado el desarrollo del país, la Dirección de Alfabetización del Mides ha logrado alfabetizar a 2,401 panameños de los cuales 1,615 son mujeres y 786 son hombres lo que demuestra el esfuerzo que el Estado ha hecho para promover un desarrollo social, donde la población más vulnerable ha tenido la oportunidad de insertarse a la sociedad como entes productivos.

 

Es importante destacar que en lo que va del 2021 hemos logrado alfabetizar a 758 personas a pesar de todos los obstáculos que hemos tenido por la restricción de movilidad impuesta por la Covid-19. Este programa que fue creado en el 2007 ya ha logrado alfabetizar a 78,517 personas de los estratos más humildes.

 

También estamos llegando a lugares de difícil acceso que por las restricciones de las cuarentenas no habíamos cubierto, esto quiere decir que estamos ampliando nuestra cobertura y esto se traduce en que más panameños tienen la oportunidad de beneficiarse del programa “Muévete por Panamá, Yo sí Puedo”.

 

Actualmente, tenemos más de 90 mil iletrado en el país, cifra que no es aceptable y que vamos a bajar porque se trata de una deuda social que tenemos como país con las personas más desfavorecidas.

 

2- ¿Cómo se alfabetiza a una persona y en qué tiempo puede aprender a leer y escribir?

 

R: El Mides está utilizando la metodología “Muévete por Panamá, Yo sí Puedo” que es el programa más práctico que hemos encontrado para alfabetizar y se desarrolla en 65 clases, dos horas de clases por día. Esto nos indica que en un periodo de dos meses y medio una persona aprende a leer y escribir. Hay que hacer la aclaración, el tiempo se puede extender tres, cuatro y hasta cinco meses, dependiendo de la forma como se implemente porque el programa se adecua a la agenda del iletrado. Habrá días que el participante reciba las clases en horas del día, de la tarde o en la noche, todo se ajusta al horario y disponibilidad de la persona lo que facilita su comprensión.

 

Los primeros resultados se pueden percibir en las clases 20 y 25, donde el estudiante muestra avances en la comprensión de la escritura y la lectura. Todo depende cuanto tiempo le esté invirtiendo al proceso de capacitación. Es importante aclarar que al terminar el programa el participante puede firmar documentos oficiales, puede leer un periódico, una revista, un libro y está facultado para redactar una carta. También aprende a realizar operaciones matemáticas sencillas como sumas, resta y multiplicaciones. El estudiante tras terminar el curso debe realizar cursos de reforzamiento para agilizar su proceso de comprensión.

 

3- ¿Cómo la alfabetización transforma la vida de un iletrado. Recuerda alguna anécdota?

 

R: Una persona que aprende a leer y escribir es una persona independiente capaz de valerse por sí mismo. Mejora su calidad de vida, puede acceder a un empleo digno y esto permite tener una sociedad inclusiva, donde todos y todas tengan las mismas oportunidades y derechos. Este programa le restituye sus derechos y le eleva la autoestima. Tenemos casos de estudiantes que no podían por sí mismo tomar un autobús, porque no sabían leer la ruta de destino. Esto limita su desarrollo y lo excluye del desarrollo social y económico.

 

Recuerdo el caso de una trabajadora manual de una institución que su sueño era ser secretaria. Ingresó al programa y lo interesante es que tomaba las clases en su hora de almuerzo. Cuando finalizó el curso la señora de unos 50 años fue ascendida al puesto de secretaria, demostrando que en la vida todos los sueños son posibles.

 

4- ¿Cuál es el papel que juegan los voluntarios dentro del programa de alfabetización?

 

R: Los voluntarios son nuestros ángeles y le explico por qué. Estos voluntarios son capacitados por la Dirección de Alfabetización para dictar las clases en lugares remotos y apartados del país. Sin el trabajo, el interés, el esfuerzo y la solidaridad de estas personas no pudiésemos haber llevado la implementación de este programa tan noble. Estos voluntarios trabajan ad honorem y en la mayoría de los casos son familiares, vecinos o amigos de los iletrados. Se trata de ciudadanos que aportan al desarrollo de sus propias comunidades.

 

5- ¿En qué regiones se concentra la mayoría de las personas iletradas y de acuerdo con los estudios que han realizado por qué estas personas nunca asistieron a un centro escolar?

 

R: Lo primero que hay que indicar es que la mayoría de los iletrados son mujeres. El analfabetismo es muy palpable en las comarcas, pero precisamente en estas regiones es donde el programa ha calado con mayor fuerza. Las cifras así lo corroboran, de los 2,401 panameños (as) alfabetizados en los dos últimos años, 700 son de la comarca Ngäbe-Buglé. Estamos concentrando todos nuestros esfuerzos en llevar este programa a las regiones más recónditas del país.

 

Las razones por la que estos panameños nunca fueron a la escuela son diversas. En aquellos años el trabajo en campo era la urgencia. Los hombres desde pequeños debían ayudar en los huertos y las mujeres estaban relegadas a los trabajos domésticos. La educación lamentablemente no era una prioridad porque era más urgente llevar comida a la mesa que enviar a los niños a un aula de clase.

 

6- ¿Cuál es la meta al cierre de 2024?

 

R: Queremos cerrar con 10 mil alfabetizados, es una meta ambiciosa en la que estamos invirtiendo todo el recurso que tenemos en nuestras manos. La pandemia ha trastocado muchas cosas, pero no ha detenido nuestra voluntad, nuestra entrega y nuestro compromiso para lograr que un iletrado aprenda a escribir y leer su nombre, un derecho que tenemos todos los ciudadanos panameños.

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